viernes, octubre 15, 2004

Aproximadamente 5,400



Los que me conocen me han dicho muchas veces que tengo muchos huevos y no precisamente en la cocina, mi mamá dice que es de familia y que por eso no nos favorecen las minifaldas.

La gente asegura que con un par es suficiente, confieso que yo consideraba verdadera la premisa hasta que me di cuenta que para cambiarme de casa un par no eran suficientes, para ser exacta utilicé aproximadamente 5400, nunca pensé que iba a utilizar tantos pero así fue, ¿qué como lo se? Pues es que cuando doblaba las cajas de la mudanza me di cuenta que fue gracias a 25 cajas de Bachoco con capacidad para 180 huevos que mis libros, mis recuerdos y el resto de mis tiliches pudieron subir y bajar de la camioneta de tres toneladas; tres Toneladas de tiliches, tres toneladas acumuladas en 25 años...

En realidad las matemáticas nunca han sido una prioridad en mi vida, digamos que este caso me llevó "a huevo" a contabilizar la situación, en la vida mis maestros siempre me dijeron que las matemáticas me serían útiles siempre, nunca lo creí, en realidad creía que era una especie de gancho para hacerme sentir mejor por tener que estudiarlas y de echo nunca imaginé que mi independencia pudiera calcularse en huevos y toneladas.

Cuando aparecí en el departamento con mi camionetita de tres toneladas mi padre se sintió desfallecer... casi como si él tuviera que subir las veinticinco cajas los cincuenta escalones hasta el departamento, cuando pudo articular palabra me replicó "dos o tres cositas, eso es lo que ibas a traer!!!!" pero es que mi padre no ha entendido que en el lenguaje de las féminas dos o tres cositas pueden ser tres toneladas...

Para nuestra gracia cada tonelada venía equipada con un fortachón, en menos de dos horas camas, sillones sillas, espejos, electrodomésticos y demás tiliches ya eran parte del departamento 10, una semana más y todo había tomado un lugar, dos semanas y el lugar estaba listo para ser visitado por compas y colados para celebrar.

Finalmente el departamento es mío, con su orden y su desorden , sólo mío, es tan mío que todavía no termino de conocerlo, a veces me despiertan sus sonidos, me sorprenden sus esquinas, me replican sus puertas y me olvidan sus ventanas, hasta hace un mes creía que los espejos eran la mejor forma de verse, ahora me doy cuenta que los pisos las paredes y las esquinas son mejores retratistas, me doy cuenta que me empolvo, que me hacen falta barridas, trapiadas, sacudidas y ventiladas; que soy capaz de ensuciarme tan rápido como me limpio, que las chapas ayudan a proteger pero no impiden que otros entren, que las ventanas dan luz pero quitan privacidad, que los balcones descansan la vista y permiten la intromisión a la vida de otros, que las cocinas son por excelencia el lugar de reunión en las casas, que mi recámara siempre será sagrada y que tener un solo baño es muy peligroso cuando invitas a 30 individuos a compartirlo en una noche de fiesta.

Por todo esto que estoy descubriendo, por todos los huevos que quedan por venir, las toneladas que quedan por juntar, por cambiar y por rehacer, por todo! quiero compartirles los 5400 huevos, gracias a todos los que me ayudaron a cargar los 5,400 huevos, los los 50 escalones hasta el departamento 10...

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