lunes, diciembre 13, 2004

Soñé que despertaba


Abría los ojos y reconocía mis sábanas y mi edredón, veía mi mesita de noche, la lámpara y la jarra con agua, pero el techo no era el mismo; ahora era mucho más grande, que digo grande, era inmenso y azul. Los ruidos normales de mi calle no estaban; no se escuchaban los autos ni las vecinas gritonas. Me senté sobre la cama y vi que el piso tampoco era el mismo; las horribles losetas habían desaparecido, se habían mezclado con la arena y las olas las cubrían suavemente.

Permanecí quieta, sintiendo el aire tibio y húmedo de la playa, quería bajarme y correr a bañarme pero no podía dejar de contemplarlo; tan azul, tan perfecto.

-¿Cuánto tiempo llevabas despierta?
-No lo sé, pero no importa, podría pasarme la vida despertando así...
-Siempre dijiste que te encantaba el agua... ¿Qué esperas para meterte?
-No lo sé, su perfección me intimida, tengo miedo de perderme dentro y no saber regresar aquí para contemplarlo.
-Nunca has sido cobarde...
-No es cobardía es precaución.
-¿Quieres que vaya contigo?
-No, aun no, quedémonos aquí y déjame verlo un rato más... pero esta vez, déjame verlo en el reflejo de tus ojos para sentir que puedo meterme sin perderme.

Domingo


Al menos no soy la única con un perro aburrimiento...

domingo, diciembre 12, 2004

¿...?

Para que luego no digan que me quejo de gratis...

¿Pueden decirme dónde se supone que están las DAMAS?

Friolenta y glamourosa

Desde niña he tenido una fascinación extraordinaria por los pingüinos, a tal grado que mis padres cariñosamente me llaman pin o pingüina.

Definitivamente si yo fuera pingüina sería friolenta y glamorosa como la pequeñuela de la foto; ahora que si eso sucediera sería cosa de peligro, porque si en calidad de humana soy terca y no entiendo de razones, mucho menos lo haría en calidad de pájaro erecto... jejeje entonces si no habría razón que escuchara...

chapulines y pingüinos

Jugando en pelotas

Si es que todavía queda por aquí algún pecador inocente que no había entendido qué es aquello de “jugar en pelotas” aquí le dejo esta colorida imagen.
Y recuerden amigos: no se dejen engañar por los letreros de advertencia que dicen que los juegos de pelotas son sólo para niños... porque el que los escribió seguro que no ha descubierto estos placeres...

sábado, diciembre 11, 2004

Recuerdo


Recuerdo que la cama aun me quedaba grande a mis seis años. Recuerdo mi cobija con dibujos azules. Recuerdo a mi madre parada frente a mi closet buscando mi ropa para la escuela. Recuerdo la imagen del techo sobre mi cabeza; escucho mi voz pidiéndole a mi madre que me deje dormir más tiempo. Recuerdo su cara de angustia viéndome a los ojos y gritándole a mi padre que está temblando. Recuerdo como me saca de la cama, como se mueve el piso bajo mis pies y como apenas podemos llegar al marco de la puerta. Recuerdo las manos de mi madre abrazándome y su voz de pánico gritando el nombre de mi padre.

Recuerdo mi propio miedo. Recuerdo el llanto de ambas; veo la imagen de mi padre en la puerta del baño azul con la mano extendida tratando de ayudarnos a llegar hasta él. Recuerdo como caían los libreros, como se rompían cosas, como crujían las paredes y como una distancia de no más de metro y medio era tan difícil de recorrer. Recuerdo nuestra angustia contenida entre los azulejos del baño.

Recuerdo esperar el silencio.

Recuerdo las réplicas telúricas de los días que siguieron. Recuerdo las noticias de los rescates y el recuento de los muertos. Recuerdo los chistes malos sobre las pérdidas. Recuerdo las miradas tristes y los simulacros. Recuerdo el sabor del pánico. Recuerdo los colores del cielo que no he vuelto a ver en diecinueve años. Recuerdo los gritos de los vecinos que corrían al jardín. Recuerdo la pasividad de los necios que en la ignorancia no querían salir de sus departamentos. Recuerdo como el edificio donde estaba mi hogar perdió verticalidad.

Recuerdo mis ataques de pánico en la oscuridad. Recuerdo la parálisis del cuerpo y las pesadillas telúricas y recurrentes que he tenido desde entonces.

Anoche al fin sobreviví al recuerdo...

miércoles, diciembre 08, 2004

De una vaca a la cama de un hotel

Cuando llegué a mi nueva casa ni siquiera noté su ausencia; cuando salí del terruño materno fui grosera y no me preocupé en decirle adiós, ni gracias, ni nada, lo pase de largo y ni siquiera le dediqué una mirada de despedida.

Soberbia y mal agradecida pensé que no lo extrañaría en esta nueva etapa en la que la propuesta era ser independiente hasta de él, pasaron un par de meses y no me hizo falta. El departamento nuevo tenía mucho que ofrecer para entretenerme; entre encontrar la rutina, hacer mío el espacio, festejar, limpiar y establecer acuerdos conmigo misma se me fueron más de dos meses. Después llegó la computadora y por fin regresé al teclado, porque creo que fue entre la primaria y la prepa cuando perdí la habilidad de escribir a mano; no es que no pueda hacerlo pero digamos que me lleva más de doble del tiempo concretar una idea sólo con papel y pluma.

Entre que me fui de vacaciones, me programaron la computadora y me instalaron el servicio de Internet en casa se fueron un par de meses más, regresé a los correos para los amigos y tampoco me hacía falta, al final uno siempre escribe más de lo mismo intercalando los sabores y los colores conocidos, después comencé con el proceso de la titulación y fue ahí en donde empecé a extrañarlo y es que al menos en este punto sí prefiero relegar los medios electrónicos; a mi me sigue gustando más la sensualidad del deletreo que una hace mientras pasa las páginas buscando todas las letras de la palabra:

D…i..c..c…i…o..n….a…r…i…o


Diccionario: m. Reunión, por orden alfabético o ideológico, de todas las palabras de un idioma o una ciencia…

Dato curioso que guarde su propia identidad entres sus páginas, considerando que quién lo utilice sabe exactamente el significado de la palabra, aunque si omitiera hablar de si mismo sería un error imperdonable. Ahora que dejando de lado los datos curiosos y los errores imperdonables, diré que más que una reunión de palabras por orden alfabético Mi pequeño Larousse Ilustrado de portada roja y letras blancas; ahora re empastado, recién heredado y albergado amorosamente en mi terruño, fue el origen del nombre de mi primer mascota: “el pequeño Larousse”, un cachorro orejón, blanco y con pecas color miel, que me despreció hasta que llegué a la adolescencia; etapa en la que el perro consideró que yo ya era suficientemente adulta para tocarlo (las razas pequeñas tienden a odiar a los niños, pero los padres prefieren hacer caso omiso de tal premisa).

Al final mi pequeño Larousse nos acompañó durante 16 años, sacando cuentas, más de la mitad de lo que he vivido yo hasta el día de hoy, y es que es cierto que aunque me rechazó en la infancia no pudo evitar corroborar el dicho de que "todo se parece a su dueño”; sus orejas rizadas, su mirada triste, su color blanco, su personalidad definida, su afición por las caricias, la buena comida y las buenas camas, además de su mal carácter y su gran trasero lo hacían definitivamente de la familia.

Aun lo extraño, así como extrañaba mi diccionario ilustrado, aquél del que no me despedí y que hoy ya no me sirve para bautizar mascotas pero que sigue resguardando muchas de las respuestas que necesito a diario entre sus pastas rojas; y es que a veces todo se ve más claro después de deletrear y leer la definición de la palabra en letras pequeñitas, aunque es prudente decir también que otras veces no te aclara nada pero al menos te ríes y terminas cambiando el ángulo de tu mirada.

Por ejemplo, si buscan la palabra extrañar en un Pequeño Larousse Ilustrado versión 1969 sexta edición pueden ver lo siguiente:

EXTRAÑAR:

Sentir la novedad de algo: extrañar la cama del hotel, (interesante, aunque creo yo que extrañaría más al compañero de cama que a la cama misma, pero cada quien), Por otra parte si ese no era el extrañar que buscaban y lo que quieren decir es que echan de menos a alguien la definición es la siguiente, Echar de menos: La vaca extraña a su cría, (digo yo, es una forma sutil de decirme vaca por añorar una presencia que no precisamente es una cría) estoy segura que después de lo anterior preferirán la última versión, que al final es en la que terminará este post

Causar sorpresa: Me extraña lo que dices. Al menos en este texto yo misma me he extrañado de la facilidad con la que pasé del olvido y la soberbia, a la sensualidad del deletreo, a las similitudes con mi perro patinando hasta que recordé la novedad de la cama y me dijeron vaca.

Última y hoy más interesante variante de la palabra extrañar Maravillarse: asombrarse de una cosa...

lunes, diciembre 06, 2004

Artefacto peligroso


El corazón es un órgano susceptible y frágil que tiene el vicio de regalarse y de perderse en otras manos fácilmente. Sería bueno poder guardarlo bajo llave y extraviar de inmediato la llave en algún océano porque el corazón además de un órgano vital es también un arma peligrosa, incluso para su propio amo; es un artefacto que debería venir con instrucciones y un examen para estar seguro de saber utilizarlo sin lastimar a nadie.

Lamentablemente el “debería” sólo es una sugerencia utópica porque el mío es curioso y tiene la mala costumbre de asomarse y darse impetuosamente, añadiendo de vez en cuando a la ecuación la habilidad de lastimarse estrepitosamente… y todo esto sólo por haber tenido la suerte de adquirirlo sin candado, ni instrucciones, ni una licencia de manejo…

Links: suspiros similares, sentimientos ajenos, pastillas para salir herido

domingo, diciembre 05, 2004

Despertando

Despertar a veces simplemente da igual, pero en otros momentos se convierte en un acto muy molesto; sobretodo cuando una está cansada o triste y tiene deseos de seguir durmiendo para desaparecer del mundo a través del sueño, cuando hace frío o cuando el odioso despertador interrumpe la magia de un buen sueño....

Hoy no quería despertar, quería seguir en la construcción de mi ensueño, pero tengo que aceptar que despertar es el mal necesario para volver a soñar...

miércoles, diciembre 01, 2004

Burbujas: Dudas Emocionales


¿De que están hechas?

¿Por qué son rosas?

¿Qué tan lejos pueden llegar?

¿Cuánto duran?

¿Por qué se rompen?

¿Qué hace una cuando se pinchan?

¿Cuánto tarda una en caerse del interior?

¿Que hago aquí sintiéndome estupida hablando de burbujas?

¿Por qué la foto de la burbuja aparece cuando le da la gana?

¿Por qué son tan cursis y me siguen gustando?

¿Cuántos nombres diferentes tienen?