A la maestra de puntuación que no tuve...

2:
.yseguido

.ycoma

.yaparte

…suspensivos

.final

Efectivamente distinguirlos es cosa fácil, lo que nunca he podido hacer educadamente es distribuirlos entre una idea y otra; todos me seducen y me provocan un grado de admiración inmediata que dificulta mi selección y confunde mi gramática.

Calcular la distancia correcta entre un .yseguido y otro había sido una tarea imposible hasta que me enteré del .ycoma… ¡Vaya bonita forma de quedarse a medias! Yo complicándome la vida oscilando del blanco al negro sin hacer escala en la incertidumbre del gris; exactamente ahí, ¡en le gris!, donde no se es ni una cosa ni otra, en donde está la solución perfecta para no tomar partido ni por el punto ni por la coma, donde basta colocar uno arriba del otro para hacer exacta la ecuación.

Cuando escribo, los puntos que más me complacen son los ...suspensivos; son los únicos capaces de entrelazar mágicamente los espacios vacíos entre mis obsesiones y mis caprichos narrativos... me dejan respirar... y me conceden la ligereza suficiente para esfumar las ideas entre mis fantasías y la tuyas...

Ahora que haciendo un .yaparte; porque no se si sepas, pero esos hay que hacerlos, nunca llegan solos ni se colocan en medio de la tormenta de ideas por generación espontánea, ¡no!, los .yaparte se hacen... y se hacen para olvidarse del hace rato y comenzar el ahora...

Por cierto, ahora que hablo de ayer, recuerdo que mi madre siempre me dice que nací con una boquita de .final... Tomando en cuanta la coloratura de mis labios y el hecho de que soy la única hija del matrimonio de mis padres, yo diría que el nacimiento de mi boca efectivamente es el de un .final, del final de una carta de amor que está entre sus recuerdos y los míos…

(...No es que ahora utilice correctamente la puntuación pero al menos sigo teniendo opciones para salpicar entre las letras…)