viernes, junio 17, 2005

Deseos insomnes

Has dejado de enredarte en mi cabello, ya no te siento jugar bajo mis rodillas y extraño tus caricias curiosas en mis tobillos...

Desde que cambiaste las excursiones entre mis sábanas por el escondite en las cortinas has dejado de deslizarte de mi cuello a mi cintura; ahora sólo me observas desde la ventana y no te decides por entrar. Hace rato que sólo apareces por obligación.

Cada vez que te ordeno recorrerme entera a la velocidad que yo elijo no haces más que zumbar en mis orejas y seguir mis deseos en la dirección y con la inclinación que yo decido...

Es imposible que te niegues a mis deseos y aunque a veces te da por mover la cabeza y fingir que no me quieres tocar, en un segundo, tu aliento se mezcla con el mío hasta que siento que me ahogas...

Termino por desenchufar el ventilador y veo como las aspas te jalan de regreso tras la cortina...

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