Alguna vez dije que en el msn cambio de nick tantas veces en el día como cambio de ánimo. En algún momento pensé en llevar un diario de mis nicks para ver como se transforman durante la semana, pero después de un par de días dejé de apuntarlos porque verlos fuera del msn les quitaba el encanto.
Hace una semana el descuento era en el departamento de conflictos existenciales, departamento en el que por cierto terminé por adquirir: un paquete de dudas laborales con el 60% de descuento, una docena de deseos insatisfechos al 2x1, una fantasía sin etiqueta y un par de pesadillas a 12 meses sin intereses pagando con tarjeta, además de un jugoso descuento en alineación y balanceo para el corazón; En estos tiempos modernos cuando menos piensa una se lo rompen o se lo roban por ahí y es mejor traerlo alineado para toda ocasión.
Hoy amanecí tan incolora como ayer pero a pesar de eso observé durante un rato cuan blanca soy y recordé aquellas mañanas en que me ponía medias blancas para que me dieran un poco de color bajo la falda a cuadros del colegio; Para el medio día me olvidé de la tez y del nick y estuve haciendo un recuento de los médicos a los que he tenido que visitar desde que cambié aquél encantador colorcito amarillo hictérico de ochomesina por el incoloro isisita.
La verdad es que he recitado tantas veces mi historia clínica que conozco a la perfección los tecnicismos médicos de todos mis padecimientos y si hago un recuento rápido de los nombres de los médicos que he visitado desde niña puedo contar una docena sin hacer esfuerzo para recordar las caras; De hecho me atrevo a asegurar que hasta el día de hoy he tenido más citas con doctores que con pretendientes y aun así no he logrado superar la angustia que me provoca ir al doctor; aunque mi familia está llena de hipocondríacos profesionales lo que yo más agradezco es un diagnóstico carente de prescripciones y efectos secundarios... Una consulta más, un conflicto existencial menos.
Hace una semana el descuento era en el departamento de conflictos existenciales, departamento en el que por cierto terminé por adquirir: un paquete de dudas laborales con el 60% de descuento, una docena de deseos insatisfechos al 2x1, una fantasía sin etiqueta y un par de pesadillas a 12 meses sin intereses pagando con tarjeta, además de un jugoso descuento en alineación y balanceo para el corazón; En estos tiempos modernos cuando menos piensa una se lo rompen o se lo roban por ahí y es mejor traerlo alineado para toda ocasión.
Hoy amanecí tan incolora como ayer pero a pesar de eso observé durante un rato cuan blanca soy y recordé aquellas mañanas en que me ponía medias blancas para que me dieran un poco de color bajo la falda a cuadros del colegio; Para el medio día me olvidé de la tez y del nick y estuve haciendo un recuento de los médicos a los que he tenido que visitar desde que cambié aquél encantador colorcito amarillo hictérico de ochomesina por el incoloro isisita.
La verdad es que he recitado tantas veces mi historia clínica que conozco a la perfección los tecnicismos médicos de todos mis padecimientos y si hago un recuento rápido de los nombres de los médicos que he visitado desde niña puedo contar una docena sin hacer esfuerzo para recordar las caras; De hecho me atrevo a asegurar que hasta el día de hoy he tenido más citas con doctores que con pretendientes y aun así no he logrado superar la angustia que me provoca ir al doctor; aunque mi familia está llena de hipocondríacos profesionales lo que yo más agradezco es un diagnóstico carente de prescripciones y efectos secundarios... Una consulta más, un conflicto existencial menos.
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