miércoles, abril 13, 2005

vuelo 777

De las formas de transporte mi preferida son los aviones, tengo una debilidad extrema por el despegue y el aterrizaje y aunque soy de las que se duerme en cualquier tipo de vuelo sólo me gusta despertar para sentir la tensión del silencio y observar el nerviosismo que inunda los asientos.

Definitivamente soy la peor pesadilla de aquellos que se ponen nerviosos y necesitan de un compañero de viaje que calme sus temores; yo simplemente les dirijo una mirada rápida, una sonrisa delicada y acto seguido comienzo a roncar placidamente a su lado…

El sueño pertinente al vuelo 777 del viernes 8 de abril, Guadalajara-DF. Se me frustró feamente; a pesar de no haber dormido la noche anterior más que un par de horas fue imposible conciliar el sueño gracias a la conversación del par de distinguidas y muy tapatías damas en los asientos b y c…

Un par de mujeres en sus treinta, amas de casa, posición acomodada con un par de hijos cada una; una de ellas con muletas, haciendo evidente el pie del que cojea, la otra con un aire de mundo y supuesta inteligencia lleva la conversación, escoge los temas y el desarrollo de la plática; el inicio es estruendoso e inolvidable definitivamente, la dama comienza por ponernos al tanto de su incomodidad vaginal al momento de tener relaciones sexuales…

Válgame la virgen santa! esta mujer de verdad se ve que no tiene abuela! Porque es un hecho que las abuelas son las que enseñan que la ropa sucia y las infecciones vaginales se lavan en casa… Lo siento por los señores aledaños a la fila, que si ya para una que es mujer esto se está poniendo incómodo ya me imagino lo divertido que debe de ser para los señores escuchar este tipo de conversaciones…

Trato de dormirme… pero la mujer habla muy alto y a pesar del ruido arrullador de los aviones sigo escuchando la voz… ¡demonios! Después de deliberar públicamente si la mujer de mundo tiene o no VPH, recuerdan el motivo de su viaje… entrevistar a un chef… así que aprovecharán el vuelo para desarrollar las preguntas de la entrevista…

Primer debate organizado por la tímida… ¿crees que deba escribir una pregunta por hoja para escribir ahí la respuesta, o debo de escribir las preguntas y numerarlas? Después de unos minutos deciden que será mejor numerarlas… divagan un rato buscando palabras para construir las preguntas y al final terminan con unas diez preguntas generales y escuetas que deciden no utilizar…porque claro… será mejor escribir lo que al chef se le ocurra contarles en el momento verdad?

La de mundo retoma la conversación hablando de ñoquis (me son tan repugnantes que no tengo la menor idea de cómo se escriben correctamente), sólo de escuchar la palabra ñoqui… me puedo morir del asco y esta mujer no se detiene ahí, comienza a explicarle a la otra lo que son… y la forma de prepararse… y yo que quisiera abrir la ventanilla del avión para devolver el estomago y hacer que el vació se las trague de una vez… ya no se si mi fastidio es por no haber podido dormirme o por que a veces me gustaría saber la formula para ser tan tonta y vivir sin enterarme…

Al menos parece que el aterrizaje las puso nerviosas y terminaron por callarse para dejarme disfrutar de la tensión del silencio mientras mi ciudad natal se construye ante mis ojos una vez más...

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