miércoles, diciembre 08, 2004

De una vaca a la cama de un hotel

Cuando llegué a mi nueva casa ni siquiera noté su ausencia; cuando salí del terruño materno fui grosera y no me preocupé en decirle adiós, ni gracias, ni nada, lo pase de largo y ni siquiera le dediqué una mirada de despedida.

Soberbia y mal agradecida pensé que no lo extrañaría en esta nueva etapa en la que la propuesta era ser independiente hasta de él, pasaron un par de meses y no me hizo falta. El departamento nuevo tenía mucho que ofrecer para entretenerme; entre encontrar la rutina, hacer mío el espacio, festejar, limpiar y establecer acuerdos conmigo misma se me fueron más de dos meses. Después llegó la computadora y por fin regresé al teclado, porque creo que fue entre la primaria y la prepa cuando perdí la habilidad de escribir a mano; no es que no pueda hacerlo pero digamos que me lleva más de doble del tiempo concretar una idea sólo con papel y pluma.

Entre que me fui de vacaciones, me programaron la computadora y me instalaron el servicio de Internet en casa se fueron un par de meses más, regresé a los correos para los amigos y tampoco me hacía falta, al final uno siempre escribe más de lo mismo intercalando los sabores y los colores conocidos, después comencé con el proceso de la titulación y fue ahí en donde empecé a extrañarlo y es que al menos en este punto sí prefiero relegar los medios electrónicos; a mi me sigue gustando más la sensualidad del deletreo que una hace mientras pasa las páginas buscando todas las letras de la palabra:

D…i..c..c…i…o..n….a…r…i…o


Diccionario: m. Reunión, por orden alfabético o ideológico, de todas las palabras de un idioma o una ciencia…

Dato curioso que guarde su propia identidad entres sus páginas, considerando que quién lo utilice sabe exactamente el significado de la palabra, aunque si omitiera hablar de si mismo sería un error imperdonable. Ahora que dejando de lado los datos curiosos y los errores imperdonables, diré que más que una reunión de palabras por orden alfabético Mi pequeño Larousse Ilustrado de portada roja y letras blancas; ahora re empastado, recién heredado y albergado amorosamente en mi terruño, fue el origen del nombre de mi primer mascota: “el pequeño Larousse”, un cachorro orejón, blanco y con pecas color miel, que me despreció hasta que llegué a la adolescencia; etapa en la que el perro consideró que yo ya era suficientemente adulta para tocarlo (las razas pequeñas tienden a odiar a los niños, pero los padres prefieren hacer caso omiso de tal premisa).

Al final mi pequeño Larousse nos acompañó durante 16 años, sacando cuentas, más de la mitad de lo que he vivido yo hasta el día de hoy, y es que es cierto que aunque me rechazó en la infancia no pudo evitar corroborar el dicho de que "todo se parece a su dueño”; sus orejas rizadas, su mirada triste, su color blanco, su personalidad definida, su afición por las caricias, la buena comida y las buenas camas, además de su mal carácter y su gran trasero lo hacían definitivamente de la familia.

Aun lo extraño, así como extrañaba mi diccionario ilustrado, aquél del que no me despedí y que hoy ya no me sirve para bautizar mascotas pero que sigue resguardando muchas de las respuestas que necesito a diario entre sus pastas rojas; y es que a veces todo se ve más claro después de deletrear y leer la definición de la palabra en letras pequeñitas, aunque es prudente decir también que otras veces no te aclara nada pero al menos te ríes y terminas cambiando el ángulo de tu mirada.

Por ejemplo, si buscan la palabra extrañar en un Pequeño Larousse Ilustrado versión 1969 sexta edición pueden ver lo siguiente:

EXTRAÑAR:

Sentir la novedad de algo: extrañar la cama del hotel, (interesante, aunque creo yo que extrañaría más al compañero de cama que a la cama misma, pero cada quien), Por otra parte si ese no era el extrañar que buscaban y lo que quieren decir es que echan de menos a alguien la definición es la siguiente, Echar de menos: La vaca extraña a su cría, (digo yo, es una forma sutil de decirme vaca por añorar una presencia que no precisamente es una cría) estoy segura que después de lo anterior preferirán la última versión, que al final es en la que terminará este post

Causar sorpresa: Me extraña lo que dices. Al menos en este texto yo misma me he extrañado de la facilidad con la que pasé del olvido y la soberbia, a la sensualidad del deletreo, a las similitudes con mi perro patinando hasta que recordé la novedad de la cama y me dijeron vaca.

Última y hoy más interesante variante de la palabra extrañar Maravillarse: asombrarse de una cosa...

7 comentarios:

Divina dijo...

jajaja ahora que relía el post, para medio intentar corregir los errores garrafales que suelo cometer.. Me encontré con algo muy curioso...

El texto debía decir lo siguiente:
"...al menos te ríes y terminas cambiando el ángulo de tu mirada..."

Pero cuando lo relía... en la palabra mirada me comí la "r" y decía algo así como:

"terminas cambiando el ángulo de tu miada..."

jajajaja las cosas que una puede hacer sólo por comerse una inocente "r" irse de golpe de los ojos hasta más abajo...

NOlo dijo...

jajaja no, no, los angulos de la miada no cambian... peoro pues ahora que lo mencionas hace bastante que no uso un diccionario, pero a vece hace mucha falta :s

Por cierto, a mi ya se me olvido eso de escribir a mano también :p

ECM dijo...

Me provoca un sentimiento de novedad leer tus posts. Siempre hay algo que me remite a mi pasado y me asombra encontrar tantas similitudes. Echo de menos esos sentimientos y esa vida. Me he privado un poco de mis recuerdos y sin embargo, tu los traes de vuelta y vuelven a ser tan añorables como antes.

Mi edición es del 76. Dos años más viejo que yo. Tal vez sea tiempo de desempolvarlo para evitar alguna alergia y buscar más significados.

Gracias por escribir. Me he vuelto un asiduo a checar tu página. Suerte.

Aleiex dijo...

Hoy usé el diccionario en varias ocasiones ^__^ hacía mucho que no recurria a estos libritos.

arboltsef dijo...

jajajajajajajajajaja
hijo
que bueno estuvo eso.
extraño la cama del hotel =|

Anónimo dijo...

Me has hecho soltar una nalgonsísima carcajada....
Gracias y cuida siempre donde, pones la nalga... pones la miada.

Consejo de Tu madre.

Divina dijo...

Madre, me hciste recordar las palabras de un querido amigo nuestro...

"donde pongo el ojo, pongo las nalgas"

besos para todos los que han pasado por aquí, gracias por todos los coments y por leerse tan enorme post besos y más besos